viernes, 15 de febrero de 2013

INFIERNO



Luego de la sentencia,
todos mis átomos,
uno por uno,
ganando electrones,
convirtiéndose en cationes,
cuyos átomos del mal
poseídos por la química obscura
se entregan a la orgía biológica

me electrifican el cuerpo,
disparándome impulsos,
estragando mis canales nerviosos,
descontrolando,
obsenizando,
y deformando mi mente y mis genes.

Ganando peso
y temperatura,
se funde mi masa,
me derrito,
me deformo,
y me arrastro.

Suplicando el fin de esta apocalipsis atómica,
voy mutando a lava,
descendiendo a los subterráneos,
almas de estafadores y prostitutas,
me malvienen al infierno.

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