CUCARACHA

Humano, deshumano

¡Me has pisado!

cuando apenas era una ninfa albina,

no me has dejado ser quién debía ser

¡La gran Blattodea negra!

Sí, yo, como Blattodea negra,

debía cargar en mi estriada ooteca

la creación de lo abominable,

oh sí, ¡debía haber parido tu asco!

Pero me has pisado,

faltándole madurez a mis gónadas,

habiendo sido una neánida,

eximida de la belleza entre los basurales.

¡Yo no lo entiendo!

podría haber dado más de 300 descendientes,

podría haber reepoblado la tierra,

el día en que ustedes

se autodestruyan.

Yo, la gran Blattodea negra,

podría haber sido la reina del viejo mundo.

Yo, la cucaracha oriental

que en los bolsillos de los conquistadores

fui propagada a otros continentes,

¡podría haber gestado un nuevo reino!

Acaso en el minuto,

en que temiste al más débil

¿no te sentiste un insecto?

diminuto, repulsivo, lanudo,

y desde aquel inframundo,

acaso todo lo enorme,

por más hermoso que fuese

¿no significó una amenaza?

Ay de ti humano, tan deshumano,

no se vive muy diferente

en el pueblo de las cucarachas,

acá también existen las razas,

y hay juicio si entre la blatiddae

no te criaste.

Aquí los machos nacen con alas,

alas sin vuelo, esclerotizadas.

Las hembras de alas carecen,

pero humano,

las hembras engendran...

Oh, ¿Qué acaso no ves?

no somos muy diferentes

también a mi especie la salvó noé.

Mas tú, ser de la negación,

que niegas a tu héroe y a tu creador,

aplanaste aun más mi paurametabolo cuerpo, 

relentarizando en su posibilidad de latir,

a cientos de corazones,

que en cuerpos cucarachos,

por las antenas filiformes de la Diosa Blatidia

irían a ser insertados.

Me hiciste crujir el Protórax,

y disfrutaste del sonido,

humano deshumano morboso,

alta dosis de adrenalina

te has inyectado en mi asesinato.

Gloriosa,

como la gran Blattodea negra

que pude haber sido,

posible reina de las cucarachas

muero de patas para arriba,

pisando el cielo.

Por ciega te perdono porque no te he visto,

mas he escrito mi testamento en tu karma,

a salvarte de eso te maldigo

en otra terrea vida

¡a arrastrarte entre la masa!

esta vez, como cucaracha.