lunes, 26 de diciembre de 2011

CUARTO CASI ABANDONADO



Soy un cuarto casi abandonado,
las personas entran a luz de vela,
mas todavía funciono,
aunque tenga el piso sucio.

Nadie me quita el polvo
(escaseo de moral)
y aunque recuerdo
haber tenido paredes frescas,
hoy de mi..
no puedo ver nada nítido.

De vez en cuando siento cosquilleos
y cuando creo que es un buen augurio,
algo en el techo, con poca gracia, me recuerda:
son solo arañas.

Vivo apagado,
nadie hace nada notable aqui dentro,
excluyendo a las arañas esas,
que se construyen parques temáticos
de camas elásticas
entre los rincones de mi desolación.

Y creo, con proximidad a la certeza,
que por asunto de utilidad
no morí en el incendio de septiembre,
me precisan para guardar, en mi,
sus cargas.


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